jueves, 1 de septiembre de 2011

El Algarve

De la zona de Lisboa decidimos bajar por la costa, hacia el sur. La idea era quedarse por algún pueblo todavía de la costa sudeste, pero el clima cambió completamente, al menos cuando pasábamos por allá y nos tiró para tras. Todo muy bonito y verde, pero una neblina que no se veía nada y frío.... Decidimos seguir bajando, hasta Lagos. Por fin encontramos un camping que nos tiene enamorados - en Alvor. Es parte de Portimão y hay dos pueblos muy pequeños, Alvor y Montes de Alvor. El camping estaba apartado de la playa, aunque se puede ir caminando de excursión y la playa es simplemente maravillosa. Hay muchísimas calitas y rincones por la zona. 


Con el rollo ya más de Benidorm y Lloret de Mar, estaba la praia da Roca, de Portimão. Calculamos que había unas 5000 personas en la playa, eso sí, con muchos quilómetros y casi medio quilómetro de arena. En la playa mi peque hizo por fin su primer amigo portugués. Pero, para mi decepción, dijo que el amigo hablaba "muy mal el portugués". Total, que lo del acento no es para nada un chiste. El portugués de Brasil cambia muchísimo del de Portugal. Hay que estar atentísimo para entender, y saber además las palabras importantes, desde la primera comunicación con el camarero: para beber, queremos uma imperial e sumo de ananás (a ver, eso significa que queremos um "chopinho" e um "suco de abacaxi").



No se puede estar en el extremo de la península ibérica sin dejar de ir a ver donde ella se acaba: en el Cabo de São Vicente. La vista es maravillosa, te sientes un grano de arena al lado del paisaje a tus piés.



Es una zona con mucho viento y no aconsejo ir para quedarse. Las playas tienen barreras de piedras para que te puedas tumbar en la arena, y las hemos necesitado en pleno agosto, no quiero ni imaginarme el viento frío que hará en invierno. Tanto es que hay paradetas de campesinos vendiendo exclusivamente abrigos de lana al 100%, de esos tupidos como los típicos de Perú. En ese mismo día hacía 32º en Alvor, y por la tarde me entraban ganas de comprar un abrigo de lana...

No hay comentarios: